El inmigrante Checoslovaco
- Brais Duarte
Con este artículo damos estreno a una nueva sección en la web: colaboraciones. Si conocéis algún coche especial, diferente o creéis que podéis hablar sobre un tema de interés para los lectores de la web, no dudéis en poneros en contacto con nosotros.
Los orígenes de Škoda se remontan a finales del s. XIX cuando Václav Klement, incapaz de conseguir piezas de su bicicleta alemana, devuelve ésta a los fabricantes, Seidel y Naumann, con una carta en su lengua pidiéndoles las piezas necesarias para la reparación. La respuesta que recibió (en alemán) fue: “Si quiere una respuesta para su petición, debería intentar escribir en un idioma que entendamos”.
La condescendencia de estos alemanes fue el catalizador para que Václav abriera su propia tienda de reparación de bicicletas, más tarde se atreverían con motocicletas y finalmente con automóviles, dando vida a la marca que hoy conocemos como Škoda. Una historia similar a la de Pablo, que con 29 años ha dado el paso con el que muchos -como yo- soñamos: abrir su propio taller.
El caso que nos concierne hoy es el ejemplar más especial de su parque móvil: no es ni su EK4 ni su japonés rotativo. En una tierra donde lo habitual son los Honda Civic y los Citroën Saxo, nos encontramos con un raro ejemplar de Škoda 130 GL de 1988 con motor 1.046cc de 40 cv. La historia de Pablo con este coche empieza como otras tantas: con una tarde a la caza de gangas en las páginas habituales de segunda mano (situación con la que cualquier quemado medio podría sentirse identificado). Pablo andaba en busca de un Seat 600 pero en cuanto el anuncio de un Škoda 130 GL apareció, el desconocimiento acerca del modelo hizo que se interesara en él. Sin pensarlo demasiado, un día fue a Arteixo a verlo y el resto es historia. El Škoda 130 GL fue un modelo ofrecido principalmente en la Alemania del oeste, pero lamentablemente no pudo hacer frente a la competencia de los Golf y Jetta de Volkswagen, Opel Kadett y Ford Escort, por que las unidades vendidas fueron escasas. Pablo ha optado por usar esta base tan poco vista como un lienzo en blanco para su proyecto. A pesar de los inconvenientes de una plataforma tan poco común, como la falta de piezas, al espectacular resultado del proyecto hay que sumarle la exclusividad de tener un coche muy poco visto en nuestras calles.
En lo que respecta a la estética, el coche se ha repintado por completo en un turquesa único y se ha ajustado la altura. Mientras Pablo busca unas suspensiones roscadas específicas para el modelo, ha cortado los muelles y los ha templado para ganar la consistencia necesaria.
Las llantas Mangels de 14” procedentes de un VW Escarabajo le quedan como un guante y ayudan a completar la estética que Pablo buscaba para este 130 GL. Pero lo verdaderamente interesante está bajo el capó: no hay rastros del motor original por ninguna parte, sino que lo que hay es un swap al 1.3 de inyección monopunto de 60cv procedente de un Škoda Favorit. No os extrañéis si no veis la rampa de inyección por ninguna parte, puesto que Pablo también ha convertido este motor a carburación usando el doble cuerpo simultáneo Webber de 36 procedente de un Peugeout 205 GTX. En lo que respecta al tren motriz, ha sustituido el embrague original por uno cerámico rígido sin muelles. Como planes de futuro, además de la suspensión roscada específica que antes mencionaba, Pablo tiene intención de instalarle el alerón original, unos antinieblas y el sistema de escape del modelo de rallies. Además se encuentra a la espera de recibir un colector de admisión torneado.
En definitiva, éste es sin duda un coche ya de por sí único modificado con gusto y buen hacer. Dicho esto sólo nos queda darle nuestra enhorabuena a Pablo por hacer caso a sus instintos y haber realizado su sueño de abrir un taller. Le deseamos la mejor de las andaduras en su Modern & Classic Garage.