WRX Barcelona, cuando la emoción no tiene fin

26 de Septiembre 2016 - Ruben Gomez

Hay gente que me llamaría loco por madrugar un fin de semana, directamente. Sin embargo no se trata de uno más… este pasado sábado daba comienzo la cita española del FIA World Rallycross Championship, un espectacular evento donde la emoción dura hasta el último segundo y disfrutable por cualquier tipo de público. Para aquellos que no conocéis el rallycross se trata de una disciplina con mucha historia, pero que en los últimos años ha experimentado un poderoso renacer que culminó con la creación de un campeonato mundial avalado por la FIA hace ya casi tres años. Básicamente se trata de carreras realizadas en circuitos sobre superficies mixtas (asfalto y tierra), y se organiza por rondas de calificación, semifinales y la gran final en cada cita del calendario. Además como curiosidad, en una de las vueltas, a elección del piloto, se hace una Joker Lap, pasando por un tramo que alarga el circuito. Resumiendo, a uno no le da tiempo a aburrirse y eso es algo que se agradece, y quizá el motivo de su crecimiento exponencial. Quizá levantarse a las 7 de la mañana parezca una locura, lo reconozco, pero vale la pena, en ambos días nos topamos con un parking ampliamente ocupado a pesar de la poca difusión del evento comparado con otros. Basta con echar un vistazo para percibir que los que allí nos encontramos somos mayoritariamente locos por los coches, desde un sencillo 205 decorado con los míticos colores de rally de peugeot hasta un espectacular RS6, todo tiene cabida cuando se trata de asistir a semejante espectáculo. En esta ocasión la cita constaba de cuatro categorías: los participantes del campeonato catalán de carcross, como teloneros en una prueba puntuable; los S1600, que como los míticos de rally son vehículos de motores 1.6l turbo con tracción delantera; los RX lites, la antesala a la máxima categoría, con coches de 2.4 litros, 300cv y compuestos por un chasis tubular con una carrocería de fibra que los asemeja a un Ford Fiesta… Y por último los grandes de la fiesta, los Supercar… monstruosas versiones de rally de coches de calle, motores turbo de 2000cc y casi 600cv, auténticas locuras que se meriendan el asfalto marcando un 0-100 en dos segundos gracias a su tracción total… vale la pena aclararlo porque aquellos que conozcan el rugido de un buen motor turbo altamente preparado sabe cómo suenan… y creedme cuando os digo que llegar al circuito escuchando los petardazos del antilag de los Supercar es recompensa suficiente para pegarse el madrugón. Al entrar estaban en sus vueltas de práctica, un buen avance de lo que estaba por venir. Estos momentos, más relajados, permiten dar una vuelta por la fan zone, como la bautizaron, una zona justo tras la entrada donde varios stand hacían las delicias de los asistentes: maquetas de coches, las reprogramaciones de Revo (los cuales llevaron un S1 y un Focus ST para exponer), neumáticos de Cooper Tires, suspensiones Öhlins… y el gigantesco escenario de Monster Energy, donde aquellos que lo desearan podían descansar, tomarse un Monster gratis y ver la acción de pista desde los televisores… y no es lo único que se trajo Monster… Los entrenamientos llegan a su fin, y un rugido se oye en la línea de salida, desde donde vemos poco después como se avalanza hacia las curvas ni más ni menos que Vaughn Gittin Jr. con su Mustang RTR, dispuesto a volar de lado sobre ellas. Disponía de poco más de dos curvas para obrar su magia, pero sinceramente, no le hace falta más para caldear el ambiente, se nota que los chicos de la garra verde son showman y piloto en un solo cuerpo. El sábado se dedica a las rondas de calificación, donde cuenta el tiempo logrado en cada una, no la posición, lo que transmite una atmósfera menos tensa en pista, logrando fotos más relajadas, aunque los grandes siempre van a por todas, y si no que se lo digan a Petter Solberg, actualmente bicampeón del WRX, aunque claro, cuando uno de los rivales de tu primera manga es Mattias Ekström no te puedes relajar mucho. Sí, quizá no haya quedado claro, pero el carácter desenfadado de la prueba no es sinónimo de un bajo nivel en pista, donde pudimos ver a lo mejor de lo mejor, y no necesariamente en los Supercar… Dani Sordo se dejó caer en un Car Cross, y en el WRX este año disfrutamos de nombres ya legendarios: el mencionado Solberg (también campeón del WRC), Ekström, Ken Block, los hermanos Kevin y Timmy Hansen (hijos de Kenneth Hansen, 14 veces campeón del Campeonato Europeo de Rallycross)… pero entre todos los grandes nombres este año sobresale uno en especial, el de un hombre que ha hecho historia, ni más ni menos que Sebastien Loeb, 9 veces campeón del WRC y actual poseedor del récord de la subida a Pikes Peak… lo dicho, no hace falta justificar el talento en pista. El resto del sábado transcurrió con calma pues, pausa que aprovechamos para comer, visita al paddock abierto (¡sí, paddock abierto en una cita de un mundial!), lo cual resulta fructífero gracias a los coches clásicos de rally allí expuestos y… la increíble experiencia de ver a los equipos trabajar en directo, algo espectacular, vale la pena perder unos minutos en ver cómo pueden trabajar a destajo para tener listo de nuevo un brazo de suspensión para la siguiente manga. Básicamente el primer dia es para tomárselo con calma, salvo por el gran Rig Riot que organiza Monster, donde la multitud se agolpa bajo la música, las Monster Girl y espera la caída de algún regalo… en pista, la acción se reserva para el domingo. Un nuevo madrugón y al lío, en un día mucho más concurrido que el anterior, se nota que hay menos gente que deba trabajar y decide acercarse al circuito. Resulta reconfortante ver cómo se llena el parking, hace sentir a uno que poco a poco la pasión por el motor se va encendiendo más allá del fanatismo por 4 nombres patrios. Por delante quedaban las últimas mangas clasificatorias antes de las semifinales, siendo las primeras las de RX Lites (los pequeñajos de 300cv), amenizadas con algo más de goma quemada por parte de Gittin Jr. Según llegaban las rondas finales en pista se apreciaba la mayor tensión, se podían ver salidas más apretadas, toques en las curvas, intentos de adelantamientos casi imposibles… evidentemente la emoción en las gradas crecía sin parar… bueno sí, para la hora de la comida, momento en el que ya habíamos podido ver las semifinales de S1600 y a Ciryl Raymond hacerse con el triunfo en los RX Lite. Un descansito muy merecido para todos, pues el Sol no perdonaba a nadie, por lo que todos encontraban la excusa perfecta para moverse, unos al paddock, otros a la sombra… la única verdad es que a las 15:00 todos estábamos de vuelta a la pista, nadie quería perderse quien accedía a la final de Supercar del WRX. Cuando al principio decía que la emoción dura hasta el último momento no engañaba a nadie, en la primera semifinal nos encontrábamos en pista con Ekström, Solberg, Loeb y Hansen entre los 6 coches, cuatro nombres con muchas papeletas de llevarse la victoria en Barcelona, pero… ¡sorpresa! Tanto Loeb como Solberg se quedaban fuera de los tres primeros, fuera de la final, el primero por un choque con las protecciones y el noruego por verse incapaz de remontar las posiciones que necesitaba, algunos se sorprendían, otros se emocionaban… resulta espectacular ver las luchas y las estrategias decididas, sobretodo a la hora de atravesar la Joker Lap. La segunda semifinal nos dejaba con otra gran pérdida, la de Bakkerud, compañero de Block, el cual se veía superado por Timerzyanov, Kristoffersson y Baumanis, lo que daba como resultado una final con 4 suecos ni más ni menos… Y ya solo quedaba lo que todos queríamos ver, las dos finales de Supercar, tanto europea como mundial. En la europea todos asistimos a una emotiva escena… pues el joven Kevin Hansen conseguía dominar y prácticamente se proclama campeón del Europeo de Rallycross con escasos 18 años, tras ganar el año pasado el RX Lites. Sin lugar a dudas se trata de un nombre muy a tener en cuenta en el futuro del campeonato del mundo, donde Peugeot podría darle una oportunidad junto a su hermano… Un hermano que tras la victoria del joven Kevin salía a por todas en la final de WRX, presentando una dura batalla contra Mattia Ekström y su Audi S1, haciendo vibrar al público con cada acción, manteniendo tenso a cada asistente esperando las pasadas por la Joker Lap… pero finalmente solo uno puede ganar, y en esta ocasión fue Ekstrom, el cual además se posiciona como líder del campeonato tras la prueba, con 10 puntos de ventaja sobre el veterano Solberg, al cual parece que este año le va a costar más repetir título. En definitiva… un año después he vuelto a Montmeló para ver una prueba que me deja si cabe aún mejor sabor de boca en esta ocasión… solo un punto negativo que me encantaría que solucionen, y es el uso de una capa insuficiente de una arena muy fina, algo que hace que esos tramos levanten unas inmensas nubes de polvo y en poco tiempo aparezca la capa de asfalto que tapan, haciendo más difícil ver las espectaculares cruzadas en esas curvas… Aún así un aplauso por a la organización por crear un evento tan emocionante y abierto al público, el cual no se pierde ni un instante de acción y puede sentir de primera mano la acción entre carreras con ese paddock abierto… Para despedirme solo aconsejaros que no perdáis la oportunidad de asistir si está en vuestra mano, vale la pena, y para demostrarlo aquí dejo unas últimas instantáneas.