Crónica del World Rallycross Barcelona 2017
- Cristian Gonzalez
Por tercer año consecutivo, el WRX ha llegado a la Ciudad Condal y nosotros no podíamos faltar, ya que se trata de uno
de los acontecimientos más emocionantes de la temporada en el circuito de Barcelona. Si ya de por sí este es un
evento espectacular, que las pruebas del primer día se disputaran bajo lluvia no hizo más que mejorarlo,
regalándonos imágenes como ésta.
Este año salí muy temprano hacia el Circuit de Montmeló, por lo que al llegar todavía no había movimiento en pista
todavía. Como no quería perderme ni un minuto de acción cogí un buen sitio y preparé la cámara, listo para capturar
cada momento desde que el semáforo se pusiera en verde, en la primera sesión de la mañana, que correspondía a los
entrenamientos libres.
Pese a que no son clasificatorios, los entrenamientos son también interesantes, puesto que los pilotos tienen la
primera toma de contacto con el trazado (que, por cierto, era el mismo del año pasado). Las categorías también se
mantenían como años anteriores: La categoría más pequeña , la s1600, está formada por coches de motores turbo de 1600cc
y tracción delantera. En la segunda categoría, llamada RXLite, participan coches bastante más serios, con chasis de
estructura tubular, motores de 2400cc y que desarrollan 300 cv de potencia. Y la tercera y más espectacular es la
categoría Supercar, con coches con motores turbo de 2000cc y 600 cv de potencia. Si ya estas cifras prometían diversión
y espectáculo en seco, con el factor lluvia presente se esperaba una cita espectacular, y así pudimos verlo en estos
entrenamientos libres.
La organización del Barcelona RX lo tenía todo preparado para no que no faltase nada de acción en ningún momento
durante todo el fin de semana.Después de que acabara la primera sesión de entrenamientos libres pudimos disfrutar
del espectáculo de Casey Currie, participante de la Baja 500, con su camioneta Jeep y
los colores de Monster, saltando y derrapando por todo el trazado de Montmeló. La verdad -y creo que hablo en nombre de
todos los presentes allí- es que no esperas poder ver una máquina de ese tamaño haciendo trompos a escasos metros del
público con esa agilidad.
Tras los entrenamientos libres dieron comienzo las primeras tandas clasificatorias donde, ahora sí, pudimos ver a todos
los pilotos dando lo mejor de sí mismos. Sin embargo, el espectáculo no estaba sólamente en la pista. En un evento así,
mirar a tu alrededor y notar en el ambiente la misma pasión por la competición que la nuestra, con familias enteras
disfrutando del espectáculo con sus hijos es una de las imágenes más bonitas que nos dejó el WRX.
En el resto de rondas clasificatorias disfrutamos de momentos muy emocionantes, como por ejemplo Nitiss peleando la primera posición por fuera de pista, con una pérdida de control del coche y la remontada desde la última posición consiguiendo la primera plaza. También pudimos ver estampas tan bonitas como Ken Block, Andreas Bakkereud, Peter Solberg y el ganador de la prueba del año pasado Kevin Hansen peleando por la primera posición desde el inicio de la prueba y al final inclinando la balanza hacia el piloto estadounidense.
Esta clase de carreras, donde todos los pilotos van al límite todo el fin de semana, generalmente nos dejan imágenes
de bonitos adelantamientos o salidas de pista a causa de toques con los rivales o incluso por el exceso de confianza de
los pilotos, por lo que recomiendo que todo aquel aficionado que quiera disfrutar de un fin de semana de motor y busque
algo espectacular le dé una oportunidad al WRX. De verdad que es una experiencia realmente disfrutable para todos los públicos.
Tras la primera tanda de rondas clasificatorias decidí dar una vuelta por el paddock y ver todos los stands. Entre los
presentes se encontraba el de WildWind Cars, con el famoso Mustang amarillo de Dani Clos, y también estaban en la misma
zona los boxes de los equipos, además de leyendas de los rallies, como por ejemplo un Mitsubishi Lancer Evolution VI,
un Peugeot 206 o un Seat León, todos ellos salidos de la competición.
No pude dedicar todo el tiempo que me hubiese gustado a deambular por la zona, ya que estaba a punto de empezar la Q2,
que sería la última sesión del día, por lo que me puse en posición, cámara en mano, y esperé hasta que diera comienzo el espectáculo.
En la primera ronda pudimos ver otra vez a Nitiss disputando la primera posición con Csucsu y consiguiéndola sin ningún
problema. La verdad que este piloto gobernaba el coche con una soltura sorprendente para lo joven que es.
Después de otras rondas no tan llamativas (en comparación a lo que estaba por venir) el día llegaba a su fin y lo hacía
con una última carrera frenética donde un incidente nada más empezar hizo que Andrea Bakkereud y Ken Block quedaran
automáticamente fuera de carrera. Tras el incidente, Solberg, Ekström y Kristoffersson, que eran los quedaban,
se disputaron la primera posición hasta que el sueco se impuso y consiguió terminar líder.
Con esta última ronda de infarto, el primer día del Barcelona RX llegaba a su fin y, después de dar una última vuelta
por el paddock decidí que ya había sido suficiente por hoy y que era hora de volver a casa.
Durante el viaje de vuelta, pensaba cómo un evento que ha pasado sin pena ni gloria en nuestro país, sin apenas
seguimiento nacional, se está convirtiendo en imprescindible, ya que siempre cumple lo prometido: ambiente tanto en las
gradas como en pista, olor a gasolina y neumáticos y, como colofón, el factor sorpresa de la lluvia, que ayudó a que
fuera todavía más interesante si cabe. ¿Mi opinión? El año que viene tampoco me lo pierdo.